Cada vez se diagnostican más casos de trastorno de ansiedad en nuestro país. Los trastornos de ansiedad son comunes y representan una de las principales causas de preocupación en salud mental en España.
Se estima que una porción significativa de la población adulta en España, entre el 10-20%, experimenta trastornos de ansiedad en algún momento de sus vidas.
Yo misma lo he sufrido. Dolores de cabeza frecuentes, migraña, malestar de estómago, cuerpo en tensión constante, bruxismo, etc.
¿Cómo hacemos frente los humanos ante este tipo de trastorno? ¿Nos tomamos un trankimazin cada vez que tengamos un ataque de ansiedad?
La realidad es que existen diferentes vías para reducir la ansiedad y, además, la buena noticia es que la ansiedad tiene cura. Es importante que un profesional de la salud te asesore correctamente sobre el trastorno, su intensidad, las causas y cómo tratarlo.
Aquí te dejo algunas herramientas que a mí me han sido muy útiles para reducir los niveles de ansiedad.
Apoyo psicológico
En concreto, te recomiendo que acudas a un psicólogo clínico especializado en la terapia cognitivo-conductual.
Está demostrado que gracias a esta terapia, la gente que sufre de estrés y ansiedad, reduce al mínimo los niveles de malestar e incluso llegan a desaparecer. Yo misma soy un ejemplo de ello.
Apoyo psiquiátrico
Si la situación que te provoca ansiedad te está “superando” es aconsejable que acudas a un psiquiatra. Él te podrá asesorar correctamente acerca de qué fármacos tomar en función de tus necesidades específicas.
Además, y muy importante, es que sea él quien te dicte la pauta, tanto para la administración del ansiolítico como para dejarlo, para así evitar posibles efectos rebote.
Ejercicio físico
Desde el punto de vista científico, el ejercicio físico ha demostrado ser un componente crucial en la gestión de la ansiedad. Diversos estudios han revelado que la actividad física regular desencadena la liberación de endorfinas, neurotransmisores responsables de mejorar el estado de ánimo y reducir la percepción del dolor.
El ejercicio induce cambios a nivel cerebral, promoviendo la neuroplasticidad y fortaleciendo las conexiones neuronales relacionadas con la regulación emocional.
A nivel fisiológico, la actividad física reduce la actividad del sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de "lucha o huida", lo que contribuye a disminuir la hiperactividad asociada a la ansiedad.
En resumen, la evidencia científica respalda la idea de que la práctica regular de ejercicio físico no solo fortalece el cuerpo, sino que también actúa como un poderoso aliado en la reducción de los niveles de ansiedad, mejorando así la salud mental de manera integral.
Meditación
La meditación está en auge y cada vez son más los terapeutas y profesionales de la salud que la indican para tratar trastornos graves de depresión y ansiedad.De acuerdo con investigaciones científicas, la meditación ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir los niveles de ansiedad y estrés.
Estudios neurocientíficos han evidenciado que la práctica regular de la meditación está asociada con cambios en la estructura y función cerebral, especialmente en áreas vinculadas al procesamiento emocional y la regulación del estrés.
La meditación mindfulness, en particular, ha mostrado resultados significativos al reducir la actividad de la amígdala, un componente clave en la respuesta emocional, y fortalecer la corteza prefrontal, implicada en la toma de decisiones y el control emocional.
Además, se ha observado que la meditación contribuye a disminuir la liberación de hormonas del estrés como el cortisol, promoviendo así un estado de calma y equilibrio.
La respiración
Este es mi ansiolítico preferido. Es un recurso que todos tenemos a nuestra disposición y que con solo 2 minutos al día ya nos ayuda a ir bajando esos niveles de ansiedad.
Si no sabes cómo empezar con la respiración, aquí te dejo un ejercicio muy sencillo que puedes utilizar.
Ejercicio de Respiración para Reducir el Estrés: Respiración Abdominal
Este sencillo ejercicio de respiración puede ayudarte a reducir el estrés y encontrar un momento de calma en medio de la agitación diaria. Encuentra un lugar cómodo para sentarte o acostarte.
Postura Relajada: Coloca una mano sobre tu pecho y la otra sobre tu abdomen.Asegúrate de que tus hombros estén relajados.
Inhalación Lenta: Inhala profundamente por la nariz, permitiendo que el aire llene tu abdomen. Siente cómo se expande, como si estuvieras inflando un globo.
Exhalación Controlada:Exhala lentamente por la boca, asegurándote de que la exhalación sea más larga que la inhalación.Con cada exhalación, imagina que estás liberando tensiones y preocupaciones.
Repite: Repite este proceso durante al menos 5 respiraciones completas.Concédele a tu mente el espacio para concentrarse solo en la respiración.
Este ejercicio simple de respiración abdominal puede hacer maravillas para calmar tu sistema nervioso y reducir el estrés. Úsalo como una herramienta rápida en momentos de tensión o como parte de una rutina diaria para promover la calma y el bienestar. ¡Respira profundamente y relájate! 😌🌬️
Escribir
Escribir se convierte en un refugio donde los pensamientos ansiosos encuentran orden y claridad. Cada palabra plasmada en papel actúa como un liberador emocional, permitiendo que las preocupaciones se desvanezcan entre líneas.
Este acto creativo no solo brinda un espacio para expresar inquietudes, sino que también facilita la comprensión de las emociones, allanando el camino hacia la serenidad interior.
A medida que las palabras fluyen, se transforman en un bálsamo que suaviza la ansiedad y ofrece un recordatorio constante de que el poder de la calma está al alcance de la pluma.
Reír
La risa no solo es el mejor remedio, ¡también es el elixir científicamente comprobado para combatir la ansiedad! Cuando te ríes, tu cuerpo libera endorfinas, esas pequeñas maravillas químicas que actúan como auténticos superhéroes del buen humor.
Además, la risa reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y desencadena una cascada de efectos positivos en el sistema nervioso.
Así que, ya sabes, ¡ríete a carcajadas y deja que la ciencia te dé una excusa más para soltar esas risas sanadoras!
Escuchar música
La música es como una poción mágica contra la ansiedad, respaldada por la ciencia. Cuando te sumerges en tus canciones favoritas, tu cerebro libera dopamina, el neurotransmisor de la felicidad.
La música relajante baja tus niveles de cortisol, así que, ya sea rock, jazz o tu lista de reproducción tranquila, ¡dale play y deja que la ciencia y el ritmo hagan su magia relajante.
Conclusión
Los ansiolíticos son muy efectivos y, en muchos casos, necesarios pero es importante recalcar la relevancia de que sean supervisados por un profesional de la salud. Para casos puntuales de ansiedad, es mejor optar por ansiolíticos naturales. Lo mejor de todo es que hay muchos donde elegir.
Si se trata de un caso de ansiedad aguda entonces deberías consultar a un psicólogo o un psiquiatra para que te aconsejara correctamente.
Entre los ansiolíticos naturales como la meditación, la risa, la música y la respiración, yo me quedo con la respiración, pues sé que nunca me falla. Y tú, ¿cuál es tu ansiolítico favorito?
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